Entonces sucedió lo que ya nadie esperaba. EL Cid abandonó de pronto su pose rigurosa, se adelantó hacia Don Alfonso, se arrodilló, agachó la cabeza y dijo con sincera humildad:
- Aceptadme por un vasallo, Don Alfonso. Sois el nuevo Rey de Castilla, y prometo seros fiel hasta mi muerte.
HABLAMOS DEL CID
Somos alumnos y alumnas de sexto curso del colegio público de Brozas: "El Brocense". En nuestro centro estamos haciendo un proyecto sobre la Edad Media, y nosotros estamos haciendo una tertulia del libro "La Leyenda del Cid".
¿CÓMO VIVÍAN EN LA EDAD MEDIA?
martes, 10 de diciembre de 2013
Capítulo 8: La jura de Santa Gadea
-¿Juraís solemnemente, don Alfonso, que no participasteis en la muerte de vuestro hermano?.
-Don Alfonso clavó en el Cid una hiriente mirada de rencor.
-Juro solemnemente que no tuvo nada que ver con la muerte de Don Sancho.
-Don Alfonso clavó en el Cid una hiriente mirada de rencor.
-Juro solemnemente que no tuvo nada que ver con la muerte de Don Sancho.
capìtulo 7
''Cuando Don Sancho oyó aquellas palabras , su mirada se alborotó con una luz de esperanza ¿podría imagina un cómplice mejor que aquel fugitivo , que conocía Zamora a fondo y deseaba vengarse de Doña Urraca?''
EL CAMPEADOR
CAPÍTULO 5
Por un momento, don Sancho se dejo arrastrar por el orgullo y decidió seguir.
"Rendirse es una deshonra", se dijo con rabia, pero acto seguido vivió un suceso que le hizo cambiar de opinión; un peón de unos 15 años venia tambaleándose como si no pudiera con su alma.
CÁPITULO 8: "LA JURA DE SANTA GADEA"
"Don Alfonso se había refugiado en la taifa de Toledo donde reinaba un viejo amigo suyo que lo acogió con los brazos abiertos. Se llamaba Almamún, y era un moro de risa fácil".
Capítulo 7:Vellido Dolfos.
Sancho II el Fuerte murió el 6 de Octubre de 1072 tenía unos treinta y tres o treinta y cuatro años.
Sus vasallos trasladaron el cadáver del Rey hasta el monasterio de Oña.
Sus vasallos trasladaron el cadáver del Rey hasta el monasterio de Oña.
martes, 3 de diciembre de 2013
CAPÍTULO 7º: " VELLIDO DOLFOS".
" El rey desde abajo, vio que los labios de Vellido temblaban y preguntó con alarma: -¿Sucede algo?. Vellido no dijo nada. El silencio de mañana solo se quedó con el silbido que hizo el venablo al salir disparado.
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